martes, 1 de noviembre de 2011

Calabazas de Halloween

El origen de Halloween


La palabra “Halloween” es una contracción de la expresión inglesa “All Hallow’s Eve”. Literalmente, significa “Víspera de Todos los Santos”. Aparentemente, pues, esta celebración macabra y humorística anglosajona estaría vinculada a una fiesta solemne y considerada como de estricta observancia por la Iglesia Católica: el Primero de Noviembre, festividad de Todos los Santos.

A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América. Con ellos llegan su cultura, su folclore, sus tradiciones, su Halloween... En un primer momento Halloween sufre una fuerte represión por parte de las autoridades de Nueva Inglaterra, de arraigada tradición luterana. Pero a finales del siglo XIX, los Estados Unidos reciben una nueva oleada de inmigrantes de origen céltico. La fiesta de Halloween, en América, se mezcla con otras creencias indias y en la secuela colonial, el Halloween incluye entre sus tradiciones el contar historias de fantasmas, y la realización de travesuras (truco o trato), bromas o los bailes tradicionales. La gente comienza a confeccionar disfraces para Halloween.

   Así, en Estados Unidos, Halloween, evoluciona y se desentiende de la tradición cristiana. Halloween se convierte en una noche con aura de débil misterio, brujas, fantasmas, duendes, espíritus, pero sin que se pierda el ánimo festivo y el buen humor. Una noche de dulces, bromas, disfraces y películas de terror, perdidos ya los miedos atávicos de los viejos ancestros irlandeses.
En España también está arraigando la festividad de Halloween entre los niños y la juventud. Actualmente se llenan los comercios de disfraces y en la víspera de la noche de Todos los Santos la juventud se disfraza y sale a celebrarlo por las calles. La verdad es que da un poco de miedo ver algunos disfraces ya que el maquillaje que acompaña está de lo más logrado.

La leyenda negra de Jack y el origen de la calabaza de Halloween

En una lejana noche de Brujas, un pendenciero irlandés con fama de borracho, llamado Jack,  tuvo la mala fortuna de encontrarse con el diablo en una taberna. A pesar del alcohol ingerido, Jack pudo engañar al diablo ofreciéndole su alma a cambio de un último trago. El diablo se transformó en una moneda para pagarle al camarero, pero Jack -harto tacaño- rápidamente lo tomó y lo puso en su monedero (que tenía grabado una cruz), así que el diablo no pudo volver a su forma original y Jack no lo dejaría escapar hasta que le prometiera no pedirle su alma en 10 años. El diablo no tuvo más remedio que concederle su reclamación.
Pasado el plazo de los diez años, Jack se reunió con el diablo en el campo. El diablo iba preparado para llevarse su alma pero Jack pensó muy rápido y dijo: Iré de buena gana, pero antes de hacerlo, ¿me traerías la manzana que está en ese árbol por favor? El diablo pensó que no tenía nada que perder, y de un salto llegó a la copa del árbol, pero antes que se diese cuenta, Jack rápidamente había tallado una cruz en el tronco. Entonces el diablo no pudo bajar y él le obligó a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. Al diablo no le quedó más remedio que aceptar.

Jack murió unos años más tarde, pero no pudo entrar al cielo, pues durante su vida había sido golfo, borracho y estafador. Pero cuando intentó entrar, por lo menos, en el infierno, el diablo tuvo que enviarlo de vuelta, pues no podía tomar su alma (lo había prometido). ¿A dónde iré ahora? Preguntó Jack, y el diablo le contestó: Vuelve por donde viniste. El camino de regreso era oscuro y el terrible viento no le dejaba ver nada. El diablo le lanzó a Jack un carbón encendido directamente del infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en una calabaza que llevaba con él, para que no se apagara con el viento.

Desde entonces comenzó a extenderse la leyenda negra de Jack-o-lantern; el tenebroso candil de Jack.

Para esta noche he realizado dos calabazas para Halloween, una pequeña (del tamaño de un tomate) y la otra bastante más grande (como un melón pequeño), en las fotos se puede apreciar la diferencia de tamaño. Están hechas a ganchillo y los ojos son de fieltro. Primero hice la pequeña pero como me gustó como quedó me puse manos a la obra y con lana más gruesa hice la grande.

Fuentes consultadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Samhain
http://eloymixphantom.spaces.live.com/blog/cns!CE5F0761AEF9E58A!786.entry
http://innisfree1916.wordpress.com/2006/10/31/samhain-el-ano-nuevo-celta/

 

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